Bodegas El Lomo comenzó su andadura en el año 1989 como parte del profundo respeto de D. Félix Rodríguez por esta tierra y su sueño de elaborar un vino de calidad a partir de varietales canarios en un valle con una ancestral tradición vitivinícola: Tegueste.
Durante todos estos años se ha perseguido una meta clara que era poner en valor la elaboración de grandes vinos canarios desde las Islas Canarias y en ese empeño se ha construido una marca de referencia dentro del sector.
Paralelamente el mundo del vino ha ido desarrollándose creciendo de forma exponencial en todos los ámbitos desde la elaboración hasta la presentación de los vinos, todo dirigido a dar respuesta a un conjunto de consumidores cada vez más amplio, diverso y exigente que viene marcando la pauta de innovación como un requisito indispensable para la competitividad de la marca.
Bodegas El Lomo recogió el testigo y planteó, el pasado 2017, una profunda reinterpretación de la marca que alcanzó a todos los ámbitos de la empresa; desde el alma de nuestros vinos centrando nuestras elaboraciones en la riqueza y singularidad de nuestros varietales prefiloxéricos y la diversidad de nuestros diferentes Terroirs con altitudes que van desde la costa hasta alcanzar los 1150m sobre el nivel del mar. Todo se expresó en una renovada imagen de la marca y de toda la gama de elaboraciones.
El 2020 fue el gran desafío para todos, a todos los niveles y sectores, entre ellos por supuesto el vino. Empleamos esta etapa para revisar este nuevo camino emprendido alumbrándose la consolidación definitiva de los segmentos a los que dirigir nuestras elaboraciones sumado a la creación de nuestros Vermuts «El 18» con marcado carácter canario.
En definitiva «abrazar el cambio» orientándonos a consolidar una marca clave en la historia del sector vitivinícola en el archipiélago canario. Esta es nuestra esencia y nuestro camino desde Bodegas El Lomo de cara a un nuevo tiempo y abre lo que consideramos: Bodegas El Lomo ACTO II.